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jueves, 25 de septiembre de 2014

RECONSTRUIR LA LOGIA (1898)

Las dos noticias periodísticas fechadas en 1898 a las que haré referencia son aparentemente contradictorias. Sin embargo, reafirman a mi entender la hipótesis de que los trabajos de la Logia "Estrella del Sud" continuaron, aunque con menor intensidad, luego de la ruptura de relaciones con el Grande Oriente.

Tenemos por un lado este breve artículo del periódico "El Imparcial":

“Masonería azuleña”. Tenemos conocimiento que entre varios masones del Azul se agita la idea de reconstruir la abandonada Logia o, si esto no fuera factible, levantar nuevas columnas. Verdaderamente es inexplicable el abandono en que ha caído la tan digna y famosa Logia Estrella del Sud cuya acción progresista ha llegado en un tiempo no muy lejano a conmover al Gran Oriente Argentino. No creemos difícil la tarea de levantarla de su postración: no habrá en Azul un solo masón que niegue su concurso a tan noble causa, por lo que la iniciativa a que nos referimos no podrá tener sino el más lisonjero de los éxitos. Aplaudimos sin reservas el noble propósito: la masonería es progreso, luz, caridad, y debe irradiar en todas las sociedades cultas”.

Mas en el mismo año, más precisamente el 9 de junio, el citado periódico daba cuenta de la visita al Azul del teólogo suizo Paul Besson a fin de dar una conferencia en la sede de la Logia local sobre el tema "La Libertad".




Erudito y amante de los libros, Paul Besson (1848-1932) estudió Teología en la Universidad de Neuchatel. En 1870 fue ordenado Ministro de la Iglesia Reformada. Tras fundar una iglesia independiente de las ingerencias del Estado se trasladó a Lyon, convirtiéndose a la religión bautista. 

Llegó a la Argentina en 1881, invitado por una pequeña colonia de bautistas franceses en la provincia de Santa Fe. Al poco tiempo se trasladó a Buenos Aires, donde organizó la primera iglesia bautista de habla hispana. 

Entre sus logros, Besson realizó la primera traducción latinoamericana del Nuevo Testamento, directamente del griego al castellano. 
Según sus biógrafos, fue un gran defensor de la libertad social y religiosa, combatiendo los errores de la Iglesia de Roma, en el entendimiento que era imposible edificar las verdades del Evangelio sin antes demoler los castillos de la superstición y la falsedad.

Fuente: http://biografías.blogspot.com.ar (sitio web que ya no se encuentra disponible)

Y la mejor prueba de que los trabajos no habían cesado la encontramos en la sanción de este Reglamento Interno que, con la firma de Aquiles Pouyssegur como 1er. Vigilante y Félix Piazza como Secretario, fue aprobado en Tenida del 26 de octubre de 1898.



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