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lunes, 4 de diciembre de 2017

TRESCIENTOS AÑOS DE MASONERÍA ORGANIZADA

Comparto gustosamente y agradezco las profundas reflexiones del Maestro Masón Juan María Martínez Leanes, integrante de la Logia Rectitud Nº 24 de Concordia, provincia de Entre Ríos, recordando tan significativo acontecimiento para la Orden.



"Concordia 3 de Diciembre de 2017

Por una propuesta de Enrique Rodríguez a quien conocí por intermedio del Blog que lleva adelante desde el año 2014 contando y graficando la historia de la Masonería y de la Logia Estrella del Sud Nº25, de escribir un artículo sobre los 300 años de la Masonería Universal es que me dispongo a llevar adelante este desafío.

Inicialmente este trabajo está abocado a los festejos que se realizaron el 24 de Junio de este año por los tres siglos del nacimiento formal de la Gran Logia de Inglaterra. Ahora bien, me parece un ámbito propicio y de mayor profundidad para comprender el verdadero origen de la Masonería, su propósito como institución y su interrelación con la sociedad en los tiempos que tocan vivir.

Comencemos por la Masonería en sí. Los masones (albañiles) de la antigüedad eran los encargados de llevar adelante la construcción de las catedrales y palacios de los reyes y monarcas de Europa.

Era un gremio en este caso de constructores, que se reunían en logias en el cuales se conversaba sobre el Arte Real de la construcción y llevaban adelante la transmisión de conocimientos del oficio. En ese entonces el conocimiento en sí, era un arma de poder y se encargaban que el acceso al mismo sea celosamente protegido.

A mediados del siglo XVI comienza en Alemania lo que se llamó “La Reforma” encabezada por Lutero y con ella la disminución considerable en trabajo para estos masones que construían edificaciones dedicadas a la Gloria de Dios. Así transcurrieron los años hasta que a mediados del siglo XVII las logias empezaron a permitir el ingreso a las mismas no solo de constructores sino de comerciantes y gente distinguida. Esto se debió a que las logias habían comenzado un derrotero en la cantidad de integrantes por la falta de trabajo.

Como dijimos en el comienzo del artículo, estos masones operativos (albañiles) tomaron la determinación en el siglo XVIII (1717) con los albores de la corriente iluminista que trajo ideas nuevas y transformadoras a europea, de fundar la Gran Logia de Inglaterra, la cual sería la encargada de aglutinar a todas las logias dispersas por Europa.

Como segunda característica de la transición y diría que primordial fue el paso de ser masones “operativos” a masones “especulativos”.

Esto quiere decir que pasaron de construir templos materiales para los dioses a construir el propio templo interior de cada uno. Tomando de las herramientas que utilizaban para la construcción, como por ejemplo la escuadra, el compás, la plomada, la regla, el mazo y el cincel, como herramientas simbólicas para transmitir conocimientos filosóficos, éticos y morales a través del método llamado simbolismo.

Hombres preocupados por su perfeccionamiento interior, por la libertad de culto, por el desarrollo intelectual y la fraternidad, esos eran los nuevos masones que desde ese entonces hasta la actualidad trabajaron y trabajan incansablemente en la lucha por pulir su propia piedra bruta y luchar en forma denostada contra las tiranías.

Tal fue el crecimiento de la Masonería dentro de la sociedad y la nobleza que la Iglesia Católica puso su mirada en ella. La Masonería llevaba adelante el propósito de un Estado Laico, dejando librado a la conciencia de cada individuo la creencia en un ser superior.

Esto fue la gota que rebalsó el vaso para la Iglesia Católica, ya que tal propósito lo que hacía era cercenar las bases de su institución, teniendo en cuenta que en ese entonces la Iglesia y el Estado eran lo mismo.

Por tal motivo el Papa Clemente XII promulga la BULA“IN EMINENTE” en el año 1738, en la cual condena a toda persona que integre la Masonería o a cualquier Institución o ciudadano que tenga relación con la Orden. Dicha bula tuvo sucesivas encíclicas que reafirmaban su posición hasta nuestros días.

Se podría decir que la Masonería es una institución filantrópica, filosófica, progresista, adogmática y fundada en un profundo arraigo de fraternidad. Su objetivo es la búsqueda de la verdad, analizando diferentes aspectos del ser humano como los filosóficos, la ciencia y el arte.

Transmite sus enseñanzas con alegorías tradicionales tomadas de la albañilería medieval.

De todas esas características enumeradas líneas arriba, el dogma fue también un motivo de distanciamiento con la Iglesia católica ya que los masones no reconocemos validos los dogmas, dado que son un limitante en la capacidad de progreso del ser humano.

Mirando la Masonería en nuestra historia Argentina reciente podemos mencionar el rol inicial que cumplió la Logia Independencia presidida por Julián Álvarez, la cual se fundó en el año 1795 en Buenos Aires y donde fue el lugar de inicio masónico de Manuel Belgrano y Juan José Castelli. Luego de esta, en el año 1804 la Logia San Juan de Jerusalén se instaló con el férreo propósito de lograr la liberación del Virreinato del Rio de la Plata y determinar su autonomía.

A la vista está el trabajo incansable de los masones de la época, ya que el 25 de Mayo de 1810 se conforma la Primera Junta, en la cual eran todos masones (Cornelio Saavedra, Juan José Castelli, Manuel Belgrano, Manuel Alberti, Domingo Matheu y Juan Larrea) menos Miguel de Azcuénaga quien no perteneció a la Orden.

Pasados los años en 1812 San Martin se suma a la lucha por la liberación y llega al país con toda la impronta masónica adquirida en Europa, ya que él fue iniciado en una logia de Cádiz y tenía muy buenos vínculos con la masonería londinense.

Fue así que no dudo en crear varias logias, todas llamadas con el mismo nombre “Lautaro”. Nombre que fue inspirado por un cacique araucano quien, en el siglo XVI, se había sublevado contra los españoles.

Para los Masones “Don José de San Martin” no solo es el Padre de la Patria sino también “el Gran Iniciado”

Desde la época de la Independencia hasta nuestros días la Masonería ha estado siempre activa trabajando en pos de la Republica y del acatamiento de las leyes.

En definitiva la Orden tiene como fin hacer hombres con poder de discernimiento, paladines de las libertades individuales y éticamente correctas.

En esta lucha por la defensa de los ideales de libertad, igualdad y fraternidad fue combatida también por las dictaduras más sangrientas como la de Franco, Mussolini, Stalin o Hitler. Pero siempre se mantuvo firme a sus principios.

Existieron épocas en las cuales la Masonería tuvo que estar más resguardada de los peligros externos, pero hoy en día se a tomado la iniciativa en la mayor parte de las Grandes Logias del mundo de salir a la sociedad y contarles más sobre el método iniciático y simbólico de la Orden, su historia y tradición. Y por sobre todas las cosas quitar ese velo de oscurantismo que se le coloco y que en parte la Orden no supo quitar a tiempo.

Hoy 300 años han pasado desde la decisión de esas 4 logias londinenses de llevar la masonería a un lugar elevado en la sociedad. Es y será el propósito de cada masón llevarlo adelante desde el propósito desde el núcleo central que es la familia, pasando por los amigos, conocidos y demás lugares de la sociedad donde se vincule. Teniendo un profundo amor por la Patria y defendiendo a mano de hierro los logros obtenidos.

Sin más me despido agradeciendo la oportunidad de escribir estas simples líneas recordando y evocando los 300 años de la Masonería especulativa."

Atte.
Juan María Martínez Leanes
M:.M:.

                  





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